Situada en Sotogrande Alto, con una localización privilegiada rodeada de alcornoques y muy próxima al Colegio Internacional, esta villa de alta gama se inserta en el paisaje rodeando los árboles y creando espacios con ellos.
La casa Rubik se sitúa en el punto más
La casa Rubik se sitúa en el punto más alto donde existen las mejores vistas. Se esponja para ocupar el territorio, se incrusta en él y desde allí preside, SE GIRA, MIRA AL MAR, AL CAMPO DE GOLF, Y A LAS MONTAÑAS, SIN OBSTÁCULOS Y EN TODAS DIRECCIONES.
La llegada sucede subiendo suavemente. Se encuentra con elementos construidos, elementos de paisajismo, alteraciones del terreno casi arquitectónicas, y obras de otras artes. Esa llegada culmina y ofrece una vista directa al mar a través de la casa.
El porche de entrada a la vivienda queda enmarcado por la escultura, el muro blanco y las vistas al mar. El panelado de acero corten enfatiza la entrada. El vestíbulo de entrada, a doble altura, articula las plantas, y matiza la luz.
La amplia terraza a la que se abren las zonas nobles de salón y comedor, permiten disfrutar del exterior también desde el interior. A partir de ahí el paisaje entra en la casa, entra incluso en las zonas bajo planta baja a las áreas lúdicas de gimnasio, Spa y sala de juegos, no renunciando al exterior, y disfrutando de la luz y del sol.
Los dormitorios de planta alta se reparten las vistas girándose por grupos. En el interior el mobiliario se confunde con lo construido. Los muros se panelan y ahuecan para almacenaje, y el color blanco con la luz matizan el resto.
Las áreas del servicio poseen el especial privilegio de una terraza/jardín particular.
Proyecto no construido.